
Las creencias de perfección nos terminan maltratando
Según el psicólogo y escritor Walter Riso existen muchas personas que sufren, las consecuencias de sus mandatos irracionales perfeccionistas o arraigadas creencias que impulsan a hombres y mujeres a lograr ser Top 1 en esa liga. O sea, ser seres excepcionales sin importar el costo que les toque pagar en el intento. Con los años, esos mandatos se transforman en una cruel e injustificada autoexigencia, en un sufrimiento inútil que se instala en la mente con total complicidad, con modelo de sociedad competitiva en que vivimos, obsesionada con producir solo ganadores.
Los perfeccionistas no logran ver que - estos mandatos o creencias - son una exigencias cultural que promueve la idea, que la realización y el bienestar personal, se consiguen a través de esa supuesta perfección conductual, psicológica y emocional. Lo que, además de inalcanzable es un propósito profundamente nocivo; porque una vez que estas creencias se anclan en la mente, nos producen - entre otros - ansiedad, estrés, fatiga crónica, sensación de fracaso, frustración y sin sentido.
Seis Premisas para dejar de pretender ser lo que nunca seremos
Las siguientes premisas permiten tomar conciencia y liberarse de algunos de los mandatos más comunes:
Mandato perfeccionista #1: "Si quieres salir primero y estar por encima de la mayoría, tienes que darte duro y pisar callos".
Una Premisa Liberadora para evitar el autocastigo y la autocrítica sería: Maltratarme a mi mismo porque no soy como 'debería ser', me llevará a socavar mi autoestima y a no desarrollar mi potencial.
Mandato perfeccionista #2: "Compárate solo con los 'fuera de serie' y trata de imitarlos".
Una Premisa Liberadora que te impulsa a no compararte con otros, poniendo en riesgo tu verdadera identidad, sería: No necesito compararme con nadie, soy único y mi principal referencia soy yo mismo.
Mandato perfeccionista #3: "La gente segura de sí misma jamás duda y siempre sabe lo que quiere".
Una Premisa Liberadora que evita tu convencimiento que debes ser inflexible, que no debes exponerte a cambiar de opinión, sería: Las personas normales a veces también dudamos o nos contradecimos, las "creencias inamovibles" son un invento de la gente inflexible y rígida de mente.
Mandato perfeccionista #4: "Mantén tus emociones bajo control; excederte o expresarlas libremente es de mal gusto y demostraría que eres débil de carácter".
Una Premisa Liberadora que te impida establecer la represión emocional como tu estilo de vida más conveniente, sería: Desinhibirse es una actitud saludable; no haré que la represión emocional sea mi forma de vida.
Mandato perfeccionista #5: "Si quieres ser una persona exitosa y realizada, debes ser el mejor, cueste lo que cueste".
Una Premisa Liberadora para que no promuevas que la ambición desmedida y el éxito, están directamente relacionadas con el nivel de bienestar y la felicidad, sería: No lograré mi realización ni éxito personal siendo 'el mejor', sino que disfrutando plenamente de lo que hago.
Mandato perfeccionista #6: "Debes estar preparado para lo peor e intentar mantener tu futuro bajo control".
Una Premisa Liberadora para no aceptar que el pesimismo y la preocupación catastrófica son una forma de vida 'responsable', sería: No me obsesionaré por el futuro, me ocuparé de él pero sin dejar que este me arrastre.
"No soy perfecto pero se que soy único, auténtico y eso es mucho mejor. Y prefiero vivir mi vida reconociendo eso que vivir pretendiendo ser alguien que no soy"
Resumiendo
Los perfeccionistas suelen ser autocríticos y exigentes con los demás, rígidos de pensamiento y comprensión de la vida. Por lo general, estas personas tienen altos niveles de ansiedad e inseguridad, desmotivación, cansancio crónico y estrés. Nunca están conformes con el resultado de sus acciones pero rechazan cualquier error o imperfección porque eso lo relacionan con el fracaso o desvalorización personal. Lo importante entonces, es buscar el equilibrio, un punto medio; porque buscar ser mejor o perfeccionarse en algún dominio en la vida es bueno; siempre y cuando no afecte nuestro equilibrio emocional y bienestar personal. No es conveniente andar por el mundo observando todo en blanco o negro, la mejor vida es equilibrada y llega a tener muchos matices.
Reflexionando
- ¿Cuánto conocen los líderes de la organización, a sus colaboradores ?
- ¿Qué consecuencias tiene para los colaboradores, equivocarse o fallar?
- ¿Cómo se manejan las discrepancias entre colaboradores y líderes?
- ¿Cuentan con actividades de distensión para mejorar la ansiedad y el clima?
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