Comúnmente
se cree que el estrés es creado por el exceso de trabajo, el ruido en las
grandes ciudades, los problemas familiares, etc., donde las personas aparecen
como víctimas de su estilo de vida.
Si bien, las causas que inducen un estado de estrés son externas, este es subjetivo, ya que depende de cómo percibe y reacciona cada persona frente a dichas circunstancias
o estímulos externos.
El
estrés surge como reacción frente a la “percepción” de las situaciones de la
vida. Cuando una persona interpreta esa percepción como “una suerte de carga, amenaza o incapacidad para enfrentarla y solucionarla”,
es cuando se gatilla el proceso del estrés.
¿Se
puede salir del estrés? Sí, de acuerdo al cardiólogo argentino, Saúl Polisky,
autor de “El Arte de Vivir sin Estrés”, donde él postula que el estrés no es una enfermedad, sino un síntoma de que algo no está
bien dentro de uno mismo. Sería un aviso de alerta que nos indica: “haga un alto en su camino, como un disco pare, donde puede resultar peligroso no detenerse”.
El
riesgo de vivir con estrés no es solo que puede “enfermar”, sino que pueda
enfermar gravemente. Como cardiólogo y especialista en estrés, creó un Kit de Primeros Auxilios en base a tres preguntas para ayudar a pacientes y lectores,
a destrabar el estrés derivado de su percepción - a veces dramática - sobre las
dificultades que declaran tener:
Primera: ¿Lo que estoy pensando o está ocurriendo es importante o es trivial?
La
mayor parte de las veces resulta ser irrelevante, aunque a veces no lo es. Si
se concluye que es irrelevante, se producirá una desactivación del proceso de
estrés. (…y por el contrario, si resulta que es importante, entonces se aplica la siguiente pregunta)
Segunda: ¿Existe una solución, tengo o tenemos una solución?
Cuando
logramos descubrir que existe una solución, también conseguimos desactivar el
proceso del estrés. Y cuando no encontramos una solución, hay que aceptar que la vida tiene “de dulce y de agraz” y que existen
ciertas situaciones o aspectos externos a nosotros, que no los podemos
modificar y, debemos adaptarnos a ellos. (Una vez que llegamos a esta
situación, se emplea la última pregunta).
Tercera: ¿Vale la pena el costo en mi salud?
En
la mayoría de los casos, la gente dice “que
no vale la pena el costo en salud” porque esta no tiene precio.
Finalmente, existe
varios hábitos que pueden colaborar con el manejo del estrés, siendo tres de ellos los que me parecen relevantes de adquirir:
(1) Pensar
positivo. La autocrítica, bien enfocada,
es una herramienta crucial en personas exitosas, sin embargo, cuando las
dudas se convierten en una constante para todo lo que uno hace, entonces es el momento
para la autoreflexión. Identificar los pensamientos negativos recurrentes para
lograr control sobre ellos y, utilizar el humor para alejar los miedos, los
pensamientos negativos y aprender a observarlos sin reaccionar automáticamente ni con “pre-juicios”.
Recuerde: “Finalmente te conviertes en lo
que piensas todo el día” – Earl Nigthingale.
(2) Preocuparse menos del futuro y vivir más el presente: A veces estamos tan atrapados por nuestros
pensamientos sobre el futuro que se nos olvida vivir, o incluso disfrutar lo
que está sucediendo ahora. Cuando decimos cosas como “ya quiero que este día se acabe” o “que lugar tan increíble, me gustaría volver algún día”, estamos
dejando de vivir el presente. Mejor disfrutar lo que sea que se esté haciendo, la
música que está escuchando, el café que está tomando, la brisa en el rostro o
el amanecer. Disfrutar y “saborear”, nos trae al presente, de manera que dejas
de preocuparte por cosas que ni siquiera están aquí. “En mi vida he conocido una gran cantidad de problemas, pero la mayoría
de ellos nunca me sucedieron” - Mark Twain.
(3) Hacer una actividad física que le sea gratificante: Un estudio reciente efectuado por la Universidad de Tel Aviv con una muestra de 1.632 trabajadores, de diferentes niveles e industrias, demostró que mantener una actividad física regular y dosificada, de a lo menos 4 horas semanales - caminata, hacer una deporte o ir al gimnasio - elimina o contra resta eficazmente el estrés o "síndrome de burnout laboral".
(3) Hacer una actividad física que le sea gratificante: Un estudio reciente efectuado por la Universidad de Tel Aviv con una muestra de 1.632 trabajadores, de diferentes niveles e industrias, demostró que mantener una actividad física regular y dosificada, de a lo menos 4 horas semanales - caminata, hacer una deporte o ir al gimnasio - elimina o contra resta eficazmente el estrés o "síndrome de burnout laboral".
Resumiendo
Cuando
se gatilla el proceso del estrés, surgen las emociones que no es otra cosa que
la reacción del cuerpo a la mente,“son el
reflejo de la mente en el cuerpo” como dice Eckhart Tolle (autor de – El Poder del Ahora). Acuda al optimismo
y al pensamiento positivo, vea siempre el vaso medio lleno, haga un alto, reflexione y evalúese, piense positivamente y decida actuar en consecuencia. Mantener una actividad física de su agrado, le ayudará enormemente. Y si fuera el caso, pida ayuda. Recuerde que la peor decisión es intentar acostumbrarse a vivir con estrés... ¡Podría ser tan peligroso como no respetar los signos Pare!
Reflexionando
·
¿Qué respuesta recibiría de su entorno
cercano si usted les pregunta sobre su nivel de estrés?
·
¿Qué cambios podría realizar en sus
hábitos para evitar o disminuir el estrés?
·
Póngase en la situación que ya ha
logrado manejar o eliminar su estrés… Ahora pregúntese ¿Qué cambió? O ¿Qué
tendría que suceder para sostener ese cambio?