“Lo principal para nosotros es no fijarnos en lo que se halla vagamente a lo lejos, sino en lo que tenemos claramente a la mano” - Thomas Carlyle
El gran daño que nos hacen las preocupaciones
Estudios sostienen que casi el 60% de los pacientes que van a la consulta médica, por síntomas relacionados con la tensión o estrés, se podrían sanar solas, si supieran como librarse de sus preocupaciones.
Esto no significa que están sufriendo enfermedades "inventadas", son reales y provienen de la somatización de sus perturbaciones emocionales, producto de la tensión y temor generado por sus preocupaciones.
"Aquellas personas que no saben combatir las preocupaciones mueren jóvenes" - Dr. Alex Carrel premio Nobel de medicina.
Vivir en Compartimientos Estancos
En una oportunidad, Sir William Osler les planteó a sus alumnos de la Universidad de Yale que, si querían ser felices debían aprender a vivir en compartimientos estancos. En los barcos, se usan los compartimientos estancos para poder sellarlos y así impedir la entrada o salida del agua, en caso de ser necesario.
Lo que él les quizo decir, es que de un modo equivalente, las personas necesitamos aprender a “sellarnos” del pasado y del futuro. “Porque no podemos vivir en esas dos eternidades; hacerlo es la ruina de nuestra mente y cuerpo, debemos vivir en el único tiempo donde nos es posible hacerlo: en el presente”- Dale Carnegie.
Tanto la mirada de Osler como Carnegie muestran la importancia de aprender a separar el presente - el aquí y ahora - del pasado, lo que ya fue y no hay modo de cambiar; y también del futuro, lo que aún no es y ni siquiera sabemos si ocurrirá.
Comenzar por poner las Preocupaciones en Perspectiva
Otra perspectiva, es observar el origen de la palabra “preocupación” – que proviene del latín “prae(antes)+occupare(ocupar)”, que significa: lo anterior a hacerse cargo. Desde esa perspectiva, lo más pragmático es entender que, en general, podemos tener tres tipos de problemas:
1. Los que sí podríamos resolver: En este caso, manos a la obra y ocupémonos en resolverlos y nada de preocupación.
2. Los que no podemos resolver por ahora, y los soluciona el tiempo: Flexibilidad y tiempo al tiempo.
3. Los que definitivamente no tienen solución: En cuyo caso, ya no serían un problema, porque si algo no tienen solución ¿qué sentido tendría desgastarse y preocuparse por ello?
En los dos últimos tipos de problemas, sería conveniente movilizarse dentro de la aceptación, optar por el camino positivo, buscar ese “algo” que le dé sentido a lo ocurrido y en ningún caso, internarse en la negación o el resentimiento porque siempre habrá algo que podremos aprender, incluso de aquellos eventos más adversos.
Principios Básicos para Controlar las Preocupaciones y el Estrés:
Los siguientes principios permiten enfrentar y controlar las preocupaciones, el estrés que producen para vivir mejor:
1º Viva solo el día de HOY, no viva en el ayer ni en el mañana: “Compartimientos Estancos al día”
a. Pregúntese a sí mismo: “¿Qué es lo peor que le puede suceder?”
b. Prepárese para aceptar lo peor.
c. Busque la manera de mejorar su situación, a partir de lo peor.
3º Recuerde el alto precio que se puede llegar a pagar en vida y salud, por no suprimir las preocupaciones.
“El trabajo no es lo que mata al hombre, son las preocupaciones” – Henry Ward Beecher
De hecho, las tres enfermedades más comunes producidas por mantener una vida bajo tensión, están muy bien identificadas: las dolencias cardíacas, las úlceras y la hipertensión arterial.
Resumiendo
Si no quiere que las preocupaciones aniden en su vida, selle la puerta del pasado y del futuro. Y en caso que sea tarde, primero identifique el área de su vida que está causando esa inapropiada y constante preocupación, y luego, reconozca los hechos objetivos y concretos que causan su problema de preocupación. Estas son condiciones básicas para poder iniciar con éxito el proceso para manejar y suprimir sus preocupaciones. De hecho nadie puede superar una dificultad o carencia que primero no reconoce como propia. Indagar es lo primero, luego actúe.
“Seis honrados servidores me enseñaron cuanto sé y sus nombres son: Cómo, Cuándo, Dónde, Qué, Quién y Por qué” – Rudyard Kipling
Reflexionando
¿Suele divagar - preguntándose y respondiéndose - una y otra vez, respecto algún tema pendiente que no ha podido resolver como quisiera?
¿A veces amarga su presente, lamentándose por cosas que sucedieron o no, terminaron o siguen abiertas del pasado?
¿Cuántas veces a la semana se despierta con el propósito de "tomarse" el día y sacarle el máximo de provecho?
¿Podría conseguir más cosas y menos preocupaciones si practicara vivir el día en compartimientos estancos?
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